Villarejo pactó con el mafioso Cursach investigar a Inda, Urreiztieta y Ramírez por 510.000 €
El empresario Bartolomé Cursach, considerado en el mundo de la noche mallorquina como uno de los gánsteres de la Isla, pactó con José Villarejo en 2005 un contrato por 510.000 euros para investigar a los periodistas Pedro J. Ramírez, director de El Mundo/ El Día de Baleares; Eduardo Inda, director de El Mundo de Baleares; y Esteban Urreiztieta, el jefe de Investigación del diario.
Entre los archivos incautados por los agentes la Unidad de Asuntos Internos (UAI) en el domicilio de a Villarejo, durante su detención en noviembre de 2017, hallaron una carpeta con la inscripción «Antojo». En su interior, entre otras nueve subcarpetas, destacaba una con la marca «SP». Eran las iniciales de la palabra «piscina» en inglés («Swimming Pool»), en referencia a la de Ramírez en su casa de Mallorca.
Se trataba de un proyecto que Villarejo había presentado a Cursach para, entre otros asuntos, emprender una investigación sobre el entonces director de El Mundo y, principalmente, sobre los periodistas Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, que estaban desvelando los asuntos turbios del empresario mallorquín desde las páginas de la edición mallorquina.
El apartado «SP», dedicado a una propuesta de investigación de Villarejo de 2005, según informó la Unidad de Asuntos Internos por primera vez al magistrado Manuel García-Castellón el 13 de diciembre de 2019 (oficio 2823/2019), estaba subdividido en diversas carpetas y varios archivos Word.
La primera subcarpeta, según la Policía, se refería a: «Proyecto de Análisis e Inteligencia («INFORME SP») de fecha 18 de marzo de 2005, en el que se realiza un breve análisis general y se aportan avances del mismo».
La segunda contaba con un documento anexo («SP-Anexo I»): «Estudio económico del proyecto «SP (Swimming Pool)» de fecha 18 de marzo de 2005, por un importe total de 510.000 €». Era la cantidad en la que Villarejo valoraba sus investigaciones sobre los periodistas.
Y, por último, un «Anexo II- Biografía» que la policía presenta al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional con el siguiente texto: «Informe de la misma fecha 18 de marzo de 2005, que contiene extractos de un Informe Confidencial realizado en su momento sobre actividades supuestamente ilegales del cliente del Proyecto SP, Bartolomé CURSACH MAS».
En el punto de mira de Cursach
En aquellas fechas, los periodistas de Unidad Editorial estaban en el punto de mira de Bartolomé Cursach porque habían desvelado sus negocios ocultos y sus corruptelas con algunos políticos mallorquines. Entre ellos, el ex presidente balear Gabriel Cañellas y la entonces presidenta del Consell Insular de Mallorca, María Antonia Munar, el organismo que controlaba la gran obra pública en el archipiélago.
Una de las informaciones de El Mundo/El Día de Baleares había desvelado, en la Navidad de 2003, que la macrodiscoteca MegaPark de Cursach, donde pensaba organizar una fiesta de Nochevieja para 5.000 personas, sólo disponía de una licencia municipal para un café concierto. A raíz de aquella denuncia periodística el Ayuntamiento de Palma prohibió el evento.
Más tarde, la corporación local ordenó el derribo del local, obligando al empresario a construir una nueva discoteca, que le supuso una inversión de 20 millones de euros. El nuevo local desentonaba con el urbanismo de Palma porque lo había edificado con la forma poco vistosa de una abadía gótica.
Inda y Urreztieta también destaparon que Bartolomé Cursach tenía a sueldo al ex presidente balear, Gabriel Cañellas, para influir en los políticos del PP que por sus cargos debían de perseguir las irregularidades del empresario del ocio.
Otra información de El Mundo, que acreditaba que las discotecas de Cursach permitían la entrada a menores, motivó su dimisión como presidente del Real Mallorca, club de fútbol del que era propietario.
Cursach, quien en los negocios de ocio de la noche mallorquina está calificado como un empresario sin escrúpulos, se alió con Munar y el editor de Última Hora, Pedro Serra, para hacer un frente común contra el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, y el director de El Mundo/ El Día de Baleares, Eduardo Inda. De esa alianza surgió la campaña contra Ramírez y la piscina que tenía en su chalé de Mallorca. Incluso, en el verano de 2005, la propiedad del periodista fue asaltada por un grupo de políticos dirigidos por Joan Puig -un ex diputado de ERC que exhibía su carnet de congresista en la boca-, independentistas y ecologistas, muchos de ellos afines a la familia Serra.
Se daba la circunstancia de que aquella iniciativa de invasión se producía unos meses después de que Villarejo presentara a Cursach la estrategia para menoscabar la imagen de los periodistas. Esa maniobra la repitió más tarde tras llegar a un acuerdo millonario con el presidente del BBVA, Francisco González.
El diario Última Hora ha seguido defendiendo a Bartolomé Cursach en su enfrentamiento con otro periódico de la Isla, El Diario de Mallorca, que desveló una trama del empresario con prostitutas y policías que acabó con el procesamiento del dueño de la noche de Palma.
Las investigaciones de la UAI sobre el acuerdo entre Villarejo y Cursach ha permanecido bajo secreto sumarial hasta el pasado 19 de marzo. En esa fecha, García-Castellón acordó incluir toda la información de «SP» en la pieza 22 del sumario de la operación Tándem.
En un auto dictado recientemente por el magistrado de la Audiencia Nacional se recoge lo siguiente: «En el actual estado procesal de la presente Pieza Separada 22, por la Unidad de Asuntos Internos se ha remitido, en cumplimiento del requerimiento judicial de fecha 20 de diciembre de 2019, el Oficio policial 715/2020, por el cual se ha procedido al análisis del contenido de la carpeta «ANTOJO», y de las siguientes diez sub- carpetas que la integran: Antojo, BB-F, DK, Felpa, IBE, KOL, Nucon, Otros, SP y WIND».
Según los agentes de la Unidad de Asuntos Internos la mencionada carpeta contiene información que afecta a: «Información correspondiente a Proyectos diferentes a los previamente conocidos en el presente procedimiento».